92 Años de Servicio a la Comunidad. RC Arauco

Comparto con ustedes el trabajo expuesto en reunión aniversario de nuestro club, por el socio y ex presidente del club Ricardo Vargas Rivera.

Estimados amigos rotarios:

Hoy nuestro Rotary Club de Arauco se encuentra celebrando un cumpleaños mas, aunque atrasado, pero lo celebramos con la misma alegría como si fuera en esta fecha, cuando en realidad fue fundado un 17 de agosto de 1929 lo que indica que en este año 2021, festejamos el que haya cumplido noventa y dos años de existencia. Las condiciones de vida de la ciudad son diferentes a entonces, en 1929 llegaba el tren a Arauco a través de un ramal con línea férrea de trocha angosta y que nacía en la estación de ferrocarriles de Carampangue para proseguir hasta su estación terminal como era Curanilahue. Estos lugares, junto a Ramadillas, eran lugares en que sus habitantes se dedicaban a labores extractivas de carbón, en menor escala que Lota y Coronel, pero permitieron con sus labores mineras que los campos de Arauco aumentaran su producción tanto agrícola como ganadera a fin de abastecer los campamentos mineros existentes. La masa forestal ya era indispensable y estaba en manos de la familia Cousiño y de propietarios que poseían terrenos aptos para este tipo de cultivos Esos bosques fueron el inicio de la producción que ha hecho crecer y modernizarse a nuestra zona a través de las Empresas Arauco.

En la fecha de creación de nuestro Club gobernaba el General Carlos Ibañez del Campo, la música que se escuchaba era el swing, foxtrot, muy parecida al charleston, sobre todo en su manera de bailar, música que ya presagiaba una Segunda Guerra Mundial. La vecina ciudad de Lota ya tenía Rotary Club, Lebu también. Por encargo de un rotario proveniente de la Jefatura superior del Servicio ubicada en la capital del país, y que visitaba anualmente en labores inspectivas, los Servicios de Salud de la zona, de apellido Moore, había pedido al Club de Lota que generara los clubes de estas incipientes ciudades. Así fue como un domingo arribó a nuestra ciudad el Presidente del Club Rotario de Lota, a reunirse con catorce ciudadanos araucanos que lo esperaban en el Club Social, el cual se encontraba ubicado en el mismo lugar donde permanece actualmente y que albergó a nuestro Club por 63 años.

En esta hermosa ocasión no podemos dejar de mencionar a esos catorce visionarios que merecen nuestro eterno respeto por haber tenido la capacidad de asimilar un movimiento de ayuda social que cooperaría a solucionar los problemas que aquejaban a la sociedad de aquella época, y que ha perdurado en el tiempo, ejemplo de ello es el trabajo que hemos realizado durante este tiempo de pandemia con la asistencia a numerosas familias con caja de víveres y otros insumos. Después de ésta breve digresión, me permito nombrar a los catorce miembros fundadores: Jorge Reeve, Armando Leal, Rómulo Rioseco, Fernando Puga, Alejandro Fuente-Alba, Carlos Maudier, José Antonio Suanes, Pedro Pelén, Luis Aguirre, Eduardo Prieto, Pedro Etcheverry, Dagoberto Poblete, Enrique Maxniver, y Héctor Moena, quien fue su primer presidente, nuestro recuerdo para ellos y para los sesenta y nueve presidentes que ha tenido nuestro Club en sus 92 años de fecunda existencia. ¡No cabe duda que algunos apellidos de los mencionados son conocidos de ustedes y algunos descendientes pertenecen a nuestro listado de socios!

Permítanme un alto en este homenaje y ratificando lo anteriormente expresado daré lectura a un párrafo leído en una publicación realizada por nuestro Club con ocasión de celebrar sus setenta y cinco años de vida. En el autor del artículo en comento me pareció reconocer la pluma de nuestro socio Luis Ortiz Sepúlveda, si me equivoco, favor excusarme. Dice lo siguiente. “El tomar acuerdos y después revocarlos, parece ser una antigua práctica, no es fácil aunar los criterios de tantos caudillos, para graficar esto, nada mejor que el hecho que les voy a narrar: En la reunión del 26 de noviembre de 1949, fue presentado un socio y rechazado. El padrino alegó que había sido por “cuestiones personales y no de solvencia u honorabilidad”. En la sesión del 20 de mayo de 1950, seis meses después, ese socio es aceptado por la unanimidad de los integrantes del club, llegando, posteriormente, a destacarse como directivo del Club, siendo, con el correr de los años, distinguido como socio honorario, nos referimos al conocido araucano Humberto Wilson Cabrera”. Hasta ahí la anécdota, ¿les parece conocido el apellido? Se mantiene la tradición. Siempre es bueno recordar, en alguna parte leí lo siguiente: “los recuerdos son campanas que suenan en el valle profundo del olvido”, sin embargo, los recuerdos embellecen la vida y nos enseñan a mantener tradiciones, valores y virtudes y se transforman en acicates que nos obligan a perseverar en las funciones que nuestros antecesores iniciaron y que constituyen el norte para que sigamos aplicando el axioma rotario de “dar de si antes de pensar en si”.

Numerosas acciones de servicio son nuestro aval como Institución dedicada a procurar el bienestar de quienes mas lo necesitan, demostración de ello son las numerosas obras de bien común que han quedado plasmadas en plazas, servicios y personas que han recibido nuestro aporte solidario, así podemos mencionar nuestro irrestricto apoyo a la labor de la Fundación Las Rosas con su Hogar de Ancianos,  al Cuerpo de Bomberos de Arauco, a la comunidad católica de la comuna con el mantenimiento de jardines  y la implementación de un carillón en el antiguo campanario  de la iglesia que fue destruido por el terremoto del año 2010. Los aportes al Hospital San Vicente traducidos en ambulancias y otros. También es importante referirnos al aspecto social con el Grupo Esperanza y Fe, para el grupo scout Lemu Inalaf, la instalación de la réplica del Fuerte San Felipe en el ingreso a la ciudad, etc. No debemos redundar en lo que constituye nuestra razón de ser, pero no podemos dejar de referirnos a la ayuda brindada a la comunidad en esta pandemia, cuando en una grosera estimación no menos de mil habitantes fueron ayudados en nuestra campaña de reparto de cajas de alimentos.

Si pertenecemos a Rotary es porque somos gente de servicio al prójimo, siendo nuestro corazón el que hace el primer aporte al sentir ese empuje que hace que nuestra alma sea el asiento de nuestros sentimientos mas nobles que alberga en su contextura sensible el ser humano y así se pone al servicio del necesitado entregando ayuda y socorro sin esperar retorno, basta ver la sonrisa de un niño u los ojos húmedos de quien recibe para regocijar nuestro espíritu.  He ahí como comprobamos que el trabajo rotario que realizamos lo es todo, por ello que debemos permanecer como ejemplo de servicio y hacer que la rueda rotaria gire siempre a mayor revolución para estar siempre delante de la vorágine de la sociedad que nos acoge. “Solo llega a puerto el navegante seguro de su brújula y de su vela”, este antiguo dicho encierra la metáfora de seguir adelante, forjando caminos, reforzando cimientos para que el edificio no caiga, este es el ideal de Rotary, sigamos el ejemplo de esos 14 benefactores que nos trazaron el camino que a su vez les fue diseñado por ese pionero benefactor como lo fue Paul Percival Harris. Hoy somos felices porque sabemos vivir de los recuerdos, esperamos que a nosotros también nos recuerden con nuestros errores y virtudes, pero al menos intentamos ser buenos hombres.

En estos 92 años de continuo peregrinar en procura de una benéfica labor, no podemos dejar de mencionar que éste enjundioso laborar también se traslada al hogar, a nuestra familia y a nuestras esposas, algunas de las cuales constituyen el Comité de Damas Rotarias, quienes con la sensibilidad de mujer patrocinan y apoyan nuestras iniciativas sin dejar de elaborar las propias. Aunque en estos momentos no nos acompañan vaya nuestro recuerdo y agradecimiento por su constante aporte a las obras benéficas que se realizan.

Hoy no es preciso extendernos en mencionar lo realizado a través de la existencia de nuestro Club, lo que no hemos sabido exteriorizar a la comunidad, no lo digamos entre nosotros porque sería vanidad, lo realizado lo llevamos en nuestros espíritus como algo hermoso porque somos felices ya que sabemos vivir de los recuerdos.

¡¡¡Feliz aniversario amigos rotarios!!!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Arauco, a 25 de agosto de 2021.

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